La primera astrónoma en descubrir un cometa

Caroline fue la primera astrónoma en descubrir un cometa. Ella nunca pasaba desapercibida, esto fue a causa de un ataque de viruela y tifus que padeció de pequeña no pasó de 1 m 30 de altura. Nació en una familia numerosa y su madre pensaba que solo debía recibir la educación propia para ser una buena ama de casa. Sin embargo su padre le dió una educación de aritmética,  astronomía y música. Ella y su hermano William tenían una muy buena relación. Más tarde William se fue a Inglaterra a dirigir una orquesta, Caroline quiso irse con él y su madre aprobó esto con la condición de que William le pagara una sirvienta para sustituir el trabajo que había estado realizando Caroline durante todos esos años. Ya en Inglaterra, William trabajaba como músico mientras que Caroline hacía las tareas de la casa, por las noches se juntaban a observar el cielo. Los hermanos construyeron telescopios que se calcula que fueron 20 veces más potentes que los de la época para poder observar las estrellas del cielo desde el jardín. Mediante el uso de estos telescopios William y ella llegaron a descubrir un nuevo planeta, Urano y a identificar más de 2500 nebulosas. Su hermano es el que ha pasado a la historia como el gran explorador de las estrellas sin embargo él no podía haber llegado tan lejos sin la ayuda de Caroline. Tras haber descubierto Urano William se convirtió en el astrónomo oficial del rey de Inglaterra y Caroline en su asistente. Por esta razón Caroline fue la primera mujer en la historia pagada por sus servicios como científica. No trabajaba únicamente con su hermano sino que investigaba por su cuenta, a los 37 años, en su pequeño observatorio descubrió la sexta y séptima luna de Saturno. También calculó como rota el anillo de Saturno y por si fuese poco además de eso, descubrió que no es un anillo si no piedras que orbitan a su alrededor formando un aro. Caroline se convirtió en la mejor descubridora cometas del mundo, el 1 de agosto de 1786 descubrió su primer cometa el cual se denominó “el primer cometa femenino”. Al final la Royal Astronomical Society de Londres admitió la grandeza de Caroline y le dieron la medalla de oro de la institución por sus dos catálogos de los objetos del universo. Ella logró una muy buena reputación en el mundo lo que hizo que muchos astrónomos empezaran a bautizar con el nombre de Caroline a sus hijas, además de esto muchísimos cometas y algún cráter lunar lleva su nombre.