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La neuróloga que descubrió cómo se desarrolla nuestro cerebro

FECHA Y LUGAR DE NACIMIENTO

22 de abril de 1909 (Turín, Italia)

SU MAYOR LOGRO

 Descubrir el factor del crecimiento nervioso del cerebro

Rita Levi- Montalcini fue una neuróloga y senadora italiana que, trabajando con veneno de serpiente, tumores y saliva el ratón, descubrió el factor del crecimiento nervioso, una proteína que regula el crecimiento del nervio y mantiene sanas las neuronas.

Rita y su hermana Paola vinieron al mundo el 22 de abril de 1909 y, como gemelas que eran, se repartieron de forma ecuánime el talento y la determinación: así como Rita llegaría a ser una gran científica, Paola sobresalió en la pintura. Ambas tendrían que hacer frente a dos grandes obstáculos: en un primer momento la mentalidad tradicional de su padre, que consideraba que perseguir una carrera profesional les apartaría de sus “deberes de esposa y madre” -Rita, de hecho, nunca se casó ni tuvo hijos-; y más adelante, a las leyes raciales promulgadas por Mussolini en 1938, que prohibían el trabajo de las personas judías en entes estatales y su acceso a las universidades. Ambas crecieron en un ambiente intelectual. Su padre Adamo Levi era una persona culta e ingeniero de profesión, su madre Adele era pintora, y el primogénito Gino llegó a ser arquitecto y escultor antes de la promulgación de las leyes raciales. Al darse cuenta del talento de sus hijas su padre les permitió seguir el camino que habían elegido, aunque no sin reticencias. Una desgracia personal marcó la elección de Rita por la medicina: en 1930 murió de cáncer su antigua niñera, Giovanna, con quien tenía una estrecha relación. Ese año se matriculó en la Universidad de Turín, completando la carrera de medicina en 1936 con un expediente brillante. Quiso continuar su especialización en neurología y psiquiatría, pero la promulgación de las leyes raciales en 1938 la obligó a abandonar la universidad. 

Hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, la vida de Rita fue una huida continua. En 1939 huyó a Bélgica, donde su hermana mayor Anna vivía junto con su familia; durante un año pudo seguir sus estudios de neurología en la Universidad de Bruselas, pero cuando los nazis invadieron Bélgica en 1940 tuvo que escapar de nuevo. La familia tomó la peligrosa decisión de volver a Italia y, con la ayuda de amistades no judías, pudieron escapar a las persecuciones hasta el final de la guerra, primero en Turín y luego en las afueras de Florencia. Contra todo pronóstico, fue en esos años cuando Rita y su mentor Giuseppe Levi -que a pesar del apellido no era pariente suyo- realizaron grandes avances en el estudio de la neurología. En un laboratorio secreto que construyeron en sus refugios, investigaron las células nerviosas y realizaron uno de sus grandes descubrimientos: la muerte autoinducida, en circunstancias de daño irreversible, de centros nerviosos completos; un fenómeno que en 1972 se llamó apoptosis o muerte celular programada.

Poco después del conflicto su vida dio un gran giro, esta vez para mejor. El biólogo Viktor Hamburger, en cuyos trabajos se había apoyado para llevar a cabo sus estudios, la invitó a proseguir sus investigaciones en la Washington University de Saint Louis. Lo que debía ser un estudio de pocos meses se transformó en una elección de vida cuando Rita obtuvo una cátedra de zoología que mantendría hasta su retiro en 1977 y combinaría con otros importantes trabajos en Italia.

Durante esos treinta años enriqueció su investigación con el estudio de la genética y la embriología, dedicándose al estudio de los factores genéticos en el crecimiento de las células. En 1953 empezaría una larga colaboración con el bioquímico Stanley Cohen, con quien compartió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1986. Sus estudios, y especialmente el aislamiento del factor de crecimiento nervioso -un tipo de proteína que estimula el crecimiento de las neuronas-, fueron de gran importancia: entre otras cosas, sirvieron para entender el desarrollo del cáncer y crear tratamientos específicos para un tipo de enfermedad que, en aquel entonces, tenía un pronóstico mucho más complicado que en la actualidad.

“No temas los momentos difíciles, lo mejor viene de ellos”

Hecho por: Jimena Blanco

Rita Levi-Montalcini

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