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Cuando Stephanie era pequeña, su padre le enseñó su amor por las ciencias, a la vez que su madre le enseñaba moda y sobre telas y tejidos. Pero el suelo de Stephanie era ser médica y salvar vidas. Como estudiar medicina rápido muy caro, se sacó el grado en Química en Margaret Morrison Carnegie College y trabajó como química para poder ahorrar para estudiar medicina. Sin embargo, empezó a trabajar en una empresa llamada DuPont, una de las más importantes y acabó enamorándose de la química. A partir de ahí decidió que se dedicaría a investigar tejidos para DuPont. Su principal trabajo era encontrar fibras que fueran capaces de resistir condiciones extremas y fuesen más resistentes que el nailon. Stephanie sabía que la sustancia debía ser transparente y viscosa como el nailon, así que cuando eran duras y opacas sabía que se había equivocado. Pero un día se le ocurrió una idea loca, introducir una de las soluciones obtenidas que debería haber tirado a la basura, en una máquina de hilar. Esta era una idea arriesgado, pero al final salió una tela de una material más resistente que… ¡que el acero! Concretamente, 5 veces más. Además era muy ligero así que con él se podía tejer ropa del día a día. Al final, en vez de ponerle el nombre técnico porque era como un trabalenguas, le puso el nombre de Kevlar. En 1972, DuPont empezó a comerciarlo. Actualmente el Kevlar tiene más de 200 aplicaciones diferentes aunque su uso más común es el chaleco antibalas, aunque también se usa en trajes espaciales, material deportivo, paracaídas, cables submarinos o instrumentos musicales. Stephanie fue admitida en el National Inventors Hall of Fame, y a pesar de jubilarse en 1986 después de más de 40 años trabajando para DuPont, intentó acercar la ciencia a las más pequeñas para que así algún día pudiesen ser científicas tan importantes como ella. Stephanie estaba convencida de que todas aquellas chicas debían ser inspiradas para que no tuvieran miedo de pensar de forma diferente. Creo que al final podemos ver que Stephanie Kwolek cumplió sus sueño de salvar vidas. 

“Si los resultados que consigo no son del todo buenos, sigo haciendo pruebas, sigo luchando para ver si consigo sacar algo”

Hecho por: Lucía Valdés

Stephanie Kwolek

La científica que paraba las balas

FECHA Y LUGAR DE NACIMIENTO

31 de julio de 1923 (New Kensington, Estados Unidos) 

SU MAYOR LOGRO

Inventó el kevlar

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